Querétaro, con la mejor calidad laboral para la mujer en México


La calidad y el acceso al mercado laboral para las mujeres tienen diferentes escenarios en México, con entidades que apuestan por ofrecerles, en general, mejores condiciones en el sector de la ocupación, y otros estados, que son mayoría, que olvidan la importancia de este género en el mundo del trabajo.

Al cierre del 2019, Querétaro, Aguascalientes y Baja California mostraron la mejor calidad y el acceso a la ocupación para la mujer en México. Tlaxcala y Tabasco ofrecieron el peor entorno.

De acuerdo con el Índice de Calidad y Competencia de la Ocupación Estatal para las Mujeres, que elabora El Economista por primera vez para este género, la calificación nacional fue de 44.3 puntos, de 100 posibles, en el 2019, colocándose en un nivel medio bajo. Si se compara con el 2018 (44.7 puntos), la situación empeora, al observarse una caída.

Lo anterior significa que las condiciones que se ofrecen son reprobatorias y, además, no mejoran.

Es importante aclarar que el objetivo de este indicador es saber cómo se encuentran las 32 entidades en materia laboral para las mujeres, principalmente en acceso al trabajo y calidad de la ocupación, y a su vez realizar un ranking de competencia entre los gobiernos locales.

El índice se hizo mediante ocho tasas complementarias de ocupación y desocupación obtenidas de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, que corresponden a: desocupación, ocupación parcial y desocupación, presión general, trabajo asalariado, subocupación, condiciones críticas de ocupación, informalidad laboral y ocupación en el sector informal.

Estas tasas representan a las mujeres que se encuentran sin trabajar, pero que buscan empleo; a las que trabajaron menos de 15 horas a la semana; a las que tienen la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual les permite; a las que laboran muchas horas y sólo aspiran a ganar hasta dos salarios mínimos, y a aquellas sin acceso a la seguridad social.

Así como a las mujeres que se encuentran en micronegocios no registrados o en agricultura de subsistencia, y a las que trabajan para una unidad económica que opera a partir de los recursos del hogar sin constituirse como empresa.

De esta manera, en cada tasa se realizó un ranking estatal para asignar un valor. Si el estado, por ejemplo, se ubicaba en último lugar de desocupación (Morelos, con 1.10% de su población económicamente activa, PEA), se le daba la mayor cantidad de puntos por ostentar la mejor posición en calidad laboral (32 puntos) en relación con las otras entidades, y viceversa para aquellas que se encontraron en los primeros escalones (Tabasco obtuvo una desocupación de 7.53% de la PEA, la más elevada de México, por lo que consiguió sólo 1 punto).

Este ejercicio se hizo con cada uno de los estados, logrando un índice general con ocho tasas, con el mismo peso cada una, cuyo resultado se convirtió en un indicador con escala de 0 a 100 puntos, donde la entidad más cercana a 100 manifiesta una mejor calidad y acceso a la ocupación para la mujer.

El índice se dividió en cuatro niveles: alto (mayor a 80 puntos), medio alto (menor a 80 y mayor a 55 puntos), medio bajo (menor a 55 y mayor a 35 puntos) y bajo (menor a 35 puntos).

La función de este indicador es premiar a los estados con mayor constancia en acceso al empleo y calidad laboral para el género femenino.